A principios del mes de febrero, un equipo de Hennessey llevaba a una base aérea californiana un Venom GT muy modificado, para un objetivo soñado: ser el coche de producción más rápido en el mundo. Finalmente lo ha logrado, con una velocidad final de 427,6 kilómetros por hora.
Luego de haber logrado en el mes de enero llegar a los 300 km/h en una media de tiempo de 13.63 segundos, tocaba el turno en ver cómo se las arreglaría el coupé con antepasados de Lotus, en vencer a coches como el Bugatti Veyron. No ha vencido al Veyron, pero igualmente ha quedado como el más rápido. ¿Por qué?
De acuerdo a John Hennessey, el Veyron Super Sport es un par de kilómetros por hora más veloz, llegando a los casi 430 km/h de velocidad final. Sin embargo, Bugatti vende sus vehículos limitados a “solo” 412 km/h y Hennessey los vende sin ninguna limitación para el cliente.
Para más datos, el Venom GT está equipado con un V8 de 7 litros y doble turbo, sumando brutales 1.244 caballos, en un vehículo que solo pesa 1.200 kilos y cuesta algo menos que el Veyron, 940.000 euros.
Fuente: Highmotor
Autor: Fernando Alvarez
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